La desertificación y la sequía, un problema global...y también del valle del Ebro

16/06/2020

Nos sumamos al Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía de las Naciones Unidas

 

 

El Campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza se suma al Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, quecumple veinticinco años, con diversas propuestas digitales divulgativas. Esta jornada, proclamada por las Naciones Unidas se celebra cada 17 de junio, desde 1995, con el objetivo de sensibilizar sobre la degradación de la tierra que se da en zonas secas: áridas, semiáridas y subhúmedas secas. La actividad humana y las variaciones climáticas están entre las causas de esta degradación del suelo, que impacta en los ecosistemas y en los recursos y modos de vida de los habitantes de las zonas afectadas. España es uno de los territorios que sufre esta problemática

“Esas zonas secas no hay que buscarlas muy lejos”, recuerda el catedrático David Badía, “pues son aquellas con un índice de aridez (IA=P/ETP) inferior a 0,65” que justamente se da en el valle del Ebro, desde la ciudad de Huesca hacia el sur. “La propia capital oscense marca el límite entre zonas húmedas y secas”, precisa este investigador, integrante del grupo de Edafología (ciencia del suelo) de la Universidad de Zaragoza, radicado en el Campus de Huesca, vinculado a los estudios en Ciencias Ambientales y Agrarias de la Escuela Politécnica Superior.

Fotografía: Los Aguarales, en Lupiñén

Las “zonas secas” del Alto Aragón, como el conjunto el valle medio del Ebro, tienen una clara vocación agrícola, sustentada en muchos casos por el regadío y, por tanto, dedicada a la producción de alimentos (alrededor de 1/3 de la superficie provincial son “tierras” ocupadas por cultivos agrícolas), recuerda. Y como indica el investigador en Ciencias del Suelo, el profesor Rattan Lal, Premio Nobel de la Paz en 2007 y World Food Prize2020 “Hay que conciliar la necesidad de aumentar la producción de alimentos con la conservación de los suelos, el agua y el aire”.

“Si el suelo no está sano, ni tiene biodiversidad, ni resiliencia frente a patógenos, ni produce alimentos sanos”, explica Badía, insistiendo en la necesidad de preservar este recurso vulnerable. “Los procesos que pueden degradar la calidad física, química y biológica de los suelos son diversos, pero tenemos estrategias para protegerlos”, añade el profesor oscense.

 

-Este cuestionario, planteado por los edafólogos del campus altoaragonés, pone a prueba los conocimientos de quien lo responde en torno a esta jornada mundial, a la problemática de la desertificación y los suelos

-Y en este dossier se recogen materiales, recursos y respuestas para acercarse a estas cuestiones.

-Y hasta un poco de música vinculada con este tema te proponemos: