Suelos, quemas controladas en el Pirineo, fertilidad y cambio climático

14/03/2016

Huesca acogió el pasado 9 de marzo la VI Jornada sobre Conservación y Rehabilitación de Suelostitulada “La captura de C en suelos como estrategia frente al cambio climático”. El Instituto de Estudios Altoaragoneses (IEA) organizó, en colaboración con la Escuela Politécnica Superior de Huesca, el Instituto Universitario de Ciencias Ambientales (IUCA) de Aragón, y la Sociedad Española de la Ciencia del Suelo (SECS), este evento, que llenó de público su salón de actos. Coordinó la jornada el profesor de Edafología del campus oscense de la Universidad de Zaragoza, David Badía.

En la primera charla Cecilia Armas Herrera, investigadora de la Escuela Politécnica Superior de Huesca, habló del “Efecto de las quemas prescritas en el Pirineo oscense sobre el ciclo del C”. En ella trató de diversos aspectos relacionados con la quema controlada de matorrales en el Pirineo aragonés. La progresiva reducción de ganado extensivo en montaña está provocando la invasión del matorral de zonas tradicionalmente pastadas (“matorralización”). La expansión del matorral espinoso, explicó, supone, además de una perdida de recursos ganaderos (de pastos), un incremento del riesgo y magnitud de los incendios (debido al aumento de biomasa combustible) y la pérdida de biodiversidad. Para frenar la expansión del matorral, el uso del fuego parece la herramienta más eficiente, si el manejo del mismo es adecuado. En las quemas controladas, los técnicos pueden elegir el momento y lugar de la quema, es decir las condiciones meteorológicas y topográficas óptimas para facilitar el control del fuego. Además, tratan de conseguir fuegos rápidos, superficiales, de baja intensidad que permitan quemar el matorral con el menor impacto sobre el suelo. En Aragón, son los Equipos de Prevención Integral de Incendios Forestales (EPRIF) del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, quienes realizan su trabajo colaborando con los servicios forestales de la comunidad autónoma, entre los meses de noviembre y mayo. Un grupo de investigación del Campus de Huesca, coordinado por el Profesor David Badía, estudia los efectos que estas quemas controladas de matorral tienen sobre el ecosistema, con especial atención al Carbono orgánico del suelo, componente que juega un papel fundamental en la mitigación del cambio climático, por la gran capacidad que presentan los suelos de secuestrar o emitir carbono a la atmósfera. En esta jornada científica, la ponente Cecilia Armas presentó algunos resultados preliminares sobre los efectos de dos quemas controladas realizadas en el Pirineo de Huesca.   

 

Por otro lado, Nikola Teustcherova, investigadora en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos, de la Universidad Politécnica Superior de Madrid, habló sobre el biochar, carbón vegetal obtenido a partir de la quema de residuos con poco oxígeno. Este material es el principal componente de la “terra preta” descrita por Francisco de Orellana (1542) en el Amazonas, suelos de gran fertilidad en relación al resto del entorno, que recientemente ha adquirido protagonismo por su posible papel en el secuestro de Carbono y el calentamiento global. La ponente expuso cómo a partir de la combinación de rangos de temperatura y concentración de oxígeno pueden obtenerse diversos tipos de biochar, con múltiples propiedades: mayor o menor estabilidad, porosidad, capacidad de retención de agua, alcalinidad, riqueza en nutrientes y C orgánico, etc. Durante la charla se revisaron los efectos que puede tener el biochar al añadirse al suelo agrícola, con especial énfasis a su influencia sobre la biota del suelo y a los ciclos de los nutrientes y el Carbono. Aunque el principal objetivo de incorporar biochar al suelo es “secuestrar” Carbono en el mismo y que no sea transferido a la atmósfera, la ponente mostró la influencia sobre el rendimiento de los cultivos. Indicó que las producciones tienden a aumentar, si bien varían enormemente  en función de la cantidad y sobre todo, con el tipo de biochar aportado.

 

 

Primera foto: una de las quemas controladas para la recuperación de zona de pastos en el Pirineo, estudiada en la investigación del Campus de Huesca
Fotos de las jornadas: Oriol Ortiz y Antonio Girona (Escuela Politécnica Superio del Campus de Huesca)