Noventa escolares, de 5º y 6º de Primaria, del colegio público El Parque presentaban el pasado viernes, 2 de febrero, en el Ayuntamiento de Huesca, el trabajo que han realizado durante varios meses sobre las especies vegetales del parque Miguel Servet de la capital altoaragonesa. Esta iniciativa didáctica, que ha impulsado, junto al centro escolar, la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación del Campus oscense (Universidad de Zaragoza), ha permitido actualizar el mapa natural de este espacio que publicó el Consistorio en 1994, a la vez que ha servido como herramienta de aprendizaje de los estudiantes. Han coordinaado esta iniciativa los profesores de Didáctica de las Ciencias Naturales de esa facultad, Pedro Lucha y María José Sáez, y los maestros Ana Claver, Juan Badena, María Lanau e Isabel Bistué.
Estos pequeños investigadores se dispusieron a actualizar el mapa natural debido a la antigüedad de este y a la necesidad de ampliar sus conocimientos a ecosistemas más grandes y complejos que los existentes en su propio colegio como el huerto escolar. Durante el acto de presentación del nuevo mapa, los alumnos del colegio explicaron la tarea realizada, sus experiencias y aprendizajes:
"Lo primero que hicimos fue investigar la evolución temporal del parque. Para ver los cambios en el parque a lo largo del tiempo, cada clase nos fijamos en cinco árboles diferentes. Por ahora hemos salido dos veces, una a principio de curso, en octubre, y otra en diciembre. Y ya hemos visto algunos cambios de la primera a la segunda observación.
Los profesores nos dieron un mapa en el que había cinco círculos rojos rodeando cinco árboles de un mapa antiguo. Cada grupo teníamos que salir a encontrar el árbol que nos habían asignado. Después teníamos que acudir al punto de encuentro, la estatua central (el monumento a los oscenses caídos), y allí buscar otro árbol igual que el que habíamos encontrado. Así nos familiarizábamos con el plano del parque.
El parque es muy grande, es mucho más grande que el huerto del colegio. Así que nos centramos en lo que es el parque viejo, comprendido entre la calle del Parque y la acequia.
Una vez que ya habíamos encontrado nuestro árbol nos pusimos a describirlo; fijarnos en el porte, en el tronco, en la corteza, en la hoja, en las flores y en el fruto y dibujarlo y anotarlo en unas fichas. Además cogimos muestras e hicimos fotografías.
Con la información que habíamos recogido, tratamos de encontrar el nombre de esos árboles, o sea, que los identificamos. Los profesores nos prepararon unas claves adaptadas a las especies de árboles y arbustos existentes en nuestro cuadrante. Dedicamos toda una sesión a leer las descripciones de nuestros árboles para poderlos identificar con las claves y ponerles nombre a los árboles que habíamos estado investigando. No fue fácil.
Nos pidieron que hiciéramos un círculo alrededor de los árboles que eran como el que habíamos identificado y nos advirtieron de que había árboles en el mapa que ya no existían y que había árboles nuevos que no aparecían en el mapa. Salimos a contar el número de árboles de cada especie, es decir, la población de esa especie, y a situarlos en el plano de 1994. Nos dimos cuenta de que había muchas diferencias, que el mapa se había quedado viejo. Así que nos propusimos hacer un esfuerzo para actualizarlo aunque para eso tuviéramos que dejar la idea de estudiar el parque como ecosistema. Ya lo retomaríamos más adelante.
Al final, después de comprobar el mapa, lo pasamos a un mapa en limpio en el que aparecen solamente los árboles que de verdad están en el parque. De manera que éste sería el mapa definitivo del parque de Huesca a día de hoy del año 2018.
Hemos preparado unas fichas en las que aparecen el número de árboles que aparecían en el mapa de 1994 y los nuevos ejemplares plantados y los que han desaparecido así como el número total de árboles que quedan.
Ahora que ya sabíamos el nombre de los árboles nos pidieron que durante las vacaciones de Navidad buscáramos información sobre la región de origen de los árboles que estudiábamos cada grupo y lo marcáramos en un mapa del mundo.
También buscamos el clima del lugar de origen y apuntamos algunas características de los ejemplares Y eso nos permitió saber si el árbol estaba a gusto o no en el parque.Y ahora seguiremos estudiando la evolución de nuestro árbol hasta que acabe el curso y más cosas como medir las dimensiones del parque, investigar sobre monumentos que hay (a los oscenses caídos, las pajaritas, y otros…) para conocer la historia del parque y de Huesca…"
Estos estudiantes, llegaron a identificar hasta un total de 22 especies. El plátano de sombra, el pino, el ciprés, el tilo y el castaño de indias se encuentran entre las más abundantes de este espacio. Pero también encontramos, entre otras, boj, aligustre, magnolio, fresno, sauce llorón, cedro, laurel, ginko biloba, árbol del amor, tilo, arce negundo, robinia pseudoacacia,....
En estos enlaces puedes descargar el mapa antiguo del parque, con el listado de especies y su código numérico, y una versión del mapa vegetal actualizado (siguiendo esos mismos códigos numéricos) y coloreado por el alumnado.
Cerramos esta entrada con algunas imágenes de la presentación oficial del mapa a la que asistieron diversos responsables municipales:
La directora del colegio del,Parque, Reyes Lobera, destacó que se trata de un proyecto de aprendizaje y servicio, en el que ha colaborado el centro escolar que dirige y profesorado del Campus de Huesca, que se convierte en "ejemplo de que la comunidad puede colaborar en el aprendizaje". Por su parte, el alcalde, Luis Felipe, destacó tras la presentación que "es muy importante que en nuestra educación valoremos nuestra ciudad, nuestro entorno y el medio ambiente" y recordó la necesidad de respetar los elementos naturales que conforman el paisaje de la ciudad. La concejala de Medio Ambiente, Carmen García, animó a seguir trabajando en esta línea, recordando la importancia de los árboles y las plantas en el entorno, como fuente de oxígeno imprescindible para la vida.