Crónica vivida de los primeros años de la Facultad de Empresa y Gestión Pública, en su 25 aniversario. Por José Mª Nasarre y Francho Nagore

31/07/2017

La Facultad de Empresa y Gestión Pública de Huesca reuníó el viernes, 12 de mayo de 2017, a sus primeras promociones, tanto de Ciencias Empresariales, como de Gestión y Administración Pública, cuando se cumplía un cuarto de siglo de la creación del centro. El vicerrector del Campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza, José Domingo Dueñas, presidió este acto académico, en el que también intervinieron José María Nasarre y Francho Nagore, que fueron los primeros directores de la, entonces, Escuela Universitaria de Estudios Empresariales; el actual decano, Carlos Rubio; la profesora María José Barlés, una de las docentes que lleva casi 25 años dando clases en este centro; y el presidente de la CEOS, Carlos Bistuer. El Aula Magna de la Facultad acogió, esta celebración, en la que se impusieron las becas del Centro a los estudiantes que inauguraron sus aulas.

Recogemos las intervenciones en este acto de los dos primeros directores de la Escuela José María Nasarre (que luego sería el primer vicerrector del Campus oscense de la Universaidad de Zaragoza) y Francho Nagore, que nos sirven para acercarnos a esos primeros años de andadura, que arrancan con el inicio de las clases de la diplomatura de Empresariales, en el curso 1991-92, y con las de Gestión Pública, en el curso 1992-93. Agradecemos a ambos la cesión de sus textos.

 

25 años de la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales (hoy, Facultad de Empresa y Gestión Pública). 25 años de las primeras promociones de Empresariales y Gestión Pública

Por José María Nasarre López, primer director de la Escuela.

 

Se dice que somos lo que fuimos y somos lo que seremos. En función de ello, todas las civilizaciones y en todos los tiempos las gentes,  desde su vivencia presente se proyectan al futuro pero también,  con una mirada atrás, recuperamos nuestras raíces, porque en el camino recorrido hay mucho que recordar, mucho que apreciar, mucho que mantener y mucho que modificar.

Aquí y ahora nos congregan dos acontecimientos, uno institucional y otro,  personal.

A nivel institucional, en  Universidad de Zaragoza, en el Campus de Huesca, celebramos el 25 cumpleaños de un centro universitario  y a nivel personal, un nutrido grupo de exalumnas y exalumnos celebráis también el 25 aniversario del comienzo de vuestros estudios universitarios de CC. Empresariales o Gestión y Administración Pública.  Ambos acontecimientos se dan la mano, porque las instituciones las configuran personas con su quehacer cotidiano y porque la acción humana se desarrolla en unas coordenadas geográficas e históricas que nos vienen dadas por las estructuras, organismos e instituciones donde nos desarrollamos.

Era el año 1991, la Universidad de Zaragoza y el Campus de Huesca escuchando el clamor de Huesca y su provincia, echando la mirada atrás rememoraban que desde el rey Pedro IV en Edad Media y hasta 1845, había tenido Universidad, la 2ª de la Corona de Aragón. Y siempre, pero de una manera especial desde la Ilustración, y con renovado ímpetu desde la Ley de Educación Villar Palasí se buscaba herramientas científicas y educativas de nuevo impulso para formar profesionalmente a las nuevas generaciones en todo el territorio nacional ante un mundo tecnológico y global en el que se vivía. Se produjo en aquel contexto una eclosión de universidades por todo el país.  Y en este contexto se creó esta Escuela Universitaria de Ciencias Empresariales, hoy Facultad de Empresa y Gestión Pública.

Mucho tuvo que ver el presidente del Consejo Social, el rector de la Universidad D. Vicente Camarena, y en aquel equipo de Dirección de la Universidad había un cerebro especial, Tomás Pollán, profesor de Escuela Universitaria, quien tanto luchó y consiguió por dignificar las escuelas universitarias, que por más que legislativamente estaban dentro del sistema Universitario desde la Ley Villar Palasí de 1970  pero,  debido a las inercias elitistas de la Universidad,  la puerta para su integración de estos centros estaba solamente entreabierta.

En diciembre de 1989 la Junta de Gobierno de la Universidad ya aprobó la creación de este centro en Huesca y en plenas fiestas de S. Lorenzo de 1990, el 10 de agosto se publicó en el BOE la creación de esta Escuela de Empresariales en Huesca y en Julio de 1991 se aprobó el Plan de Estudios del primer curso.

Antes, en marzo de ese mismo año se había nombrado al director del centro, en este caso sería el primer director,  para coordinar todo el proceso de puesta a punto,  para en septiembre de 1991 iniciar el primer curso con la 1ª promoción de Diplomados Universitarios en Ciencias Empresariales. Se partió de la experiencia de dos centros de Empresariales de la U. de Zaragoza, que tenían un veterano prestigio, la de Pamplona y la de Zaragoza. En varios viajes a Pamplona, por indicación del vicerrector Pollán, del director de Empresariales de esa ciudad capté el diseño, metodología y funcionamiento que sirvieron de base para la iniciación de la de Huesca, máxime, cuando Empresariales de Pamplona ya dependía de su Universidad propia y la financiación finalista del Ministerio de Educación que la Escuela tenía se iba a transferir a la de Huesca.

Múltiples encuentros y reuniones con los responsables de las dos instituciones oscenses, el presidente de la Diputación Provincial  y el alcalde del Ayuntamiento de Huesca, que propiciaron el empujón para este proyecto.  Ellos ya sabían lo que era involucrarse por el Campus de Huesca, pues sostenían con ayuda de otras instituciones las enseñanzas del Colegio Universitario – primeros ciclos de Medicina y Filosofía y Letras - y los estudios de Graduados Sociales.

La ubicación del centro era una primera cuestión a resolver. En este edificio de la DPH había overbooking de organismos: Juzgados, Conservatorio de Música, Escuela de Idiomas, y Patronato Municipal de Juventud y de Deportes.  Diríamos hoy no cabían más okupas. Solución, terminar este edificio de las residencias que desde comienzos del s. XX había quedado inconcluso. Se construyó el módulo Este, próximo a la iglesia de Santa María in Foris para albergar a los 150 estudiantes previsto para el primer curso. Se construyó ese módulo de 900 m2 útiles, por un importe de 75 millones de ptas. y se destinaron 15 millones para su equipamiento.  Pero esta obra no estuvo ejecutada para el comienzo de curso, por ello, y de una forma provisional se habilitaron dos aulas en el ala oeste, el espacio donde hoy está la cafetería y el piso superior. Los servicios administrativos para las gestiones de matriculación, convalidación,  becas, etc. se hacían desde la E. U. de Formación del Profesorado, Magisterio, centro del que yo procedía.

Sería,  tras el puente de la Constitución-la Inmaculada,  cuando se hizo el traslado del mobiliario de las aulas al nuevo módulo del ala Este.

El comienzo del curso se produjo el día 14 de octubre, (entonces todas las enseñanzas en la U.Z. comenzaban después de las fiestas del Pilar).  Su matrícula inicial oficialmente fue de 150 estudiantes, la nota de acceso fue de 5,49 puntos y su procedencia fue tanto de la provincia de Huesca como de Zaragoza ciudad y Teruel,  y también, en menor número, de fuera de Aragón. Hay que tener en cuenta que en Zaragoza, había númerus clausus y esto favorecía la matrícula en Huesca.

¿Problemas iniciales?, pues los que se siguen produciendo todos los comienzos de curso. Una plaza de Derecho recurrida por algún candidato que había quedado excluido y supuso un retraso de 15 días de clase de la asignatura correspondiente:

 

Por estos años se incrementó la matrícula en el Campus de Huesca considerablemente, debido a la Escuela Politécnica y la Escuela Empresariales.

Curso 1988-89: 980  estudiantes

Curso 1991-92: 1.981 estudiantes (Empresariales: 150)

Curso 1992-93: 2.421 estudiantes, (Empresariales: 287;  Gestión y Administración Pública: 123. Total: 410)

Curso 1994-95: 3.247 estudiantes

 

Fue tarea de equipo, colegiada y entre todos creando un clima de superación y colaboración.

Equipo directivo: el secretario, José Julián Escario y el director, quien les habla, José María Nasarre.

PAS: Honorio Aparicio y Esperanza de la Fuente

Profesores:

Mercedes Sanz y Materno Conesa: Contabilidad Financiera y Operaciones Financieras. 

José Julián Escario: Economía política y Matemáticas

Irene Marín: Estadística

Mª Pilar Erdozáin: Hª Económica

Lourdes Cadena: Francés

Mª Nieves Esparza: Inglés

Fernando Abella: Informática de Gestión

Coral Seoane: Introducción al Derecho

Rosa Tabernero: Técnicas de Comunicación

 

Se estudiaba y también había celebraciones como la primera Fiesta de la E. U. de estudios Empresariales de Huesca, con motivo de S. Vicente Ferrer, celebrada el jueves 9 abril de 1992, con este programa:

10:00 h. Competiciones deportivas: Fútbol y baloncesto en el campo de las Residencias

13:00 h. Aperitivo en el hall de la Escuela Univ.

17:00 h. Gimkhana

19:00 h. Conferencia La Economía aragonesa ante el avance de la integración europea, por J. Antonio  Biescas, Decano de la Facultad de CC. Económicas y Empresariales de Zaragoza.

21:30 h. Verbena popular a cargo del grupo musical CARBE, en el patio de la E. U.

 

Curso 1992-93

Se incorpora el segundo curso de Empresariales (164 estudiantes); y el primero de Gestión y Administración Pública (150).

Pasaron las precariedades de espacios y de recursos humanos. Se trasladó la secretaría de Magisterio a estas dependencias [al actual edificio de la Facultad de Empresa y Gestión Pública], y se amplió la plantilla de profesores, y de PAS

La incipiente biblioteca comenzó su andadura. En ella estaba Juan Rodríguez Bielsa. En secretaría, Carlos Lafontana, Rosa Mª Gracia, Mª Carmen Naval y Mª Teresa Franco. Y en conserjería se incrementó la plantilla con Juan-Pablo Escario.

Únicamente permanecí al frente de la Dirección el primer trimestre del curso 1992-93, pues el día 1 de enero de 1993 me hice cargo del recién creado Vicerrectorado del Campus de Huesca. Entonces,  el único profesor permanente del centro era  Francho Nagore, procedente de la E. U. del Profesorado de E.G.B. (Magisterio) que fue nombrado director y, a su vez se nombró a la primera vicedirectora Mercedes Sanz, mientras crecía la plantilla de profesores.

Lo mejor de una obra buena no es solo comenzarla, sino continuarla. Porque es una tarea interinstitucional y humana han seguido  y siguen con la antorcha del esfuerzo, acierto e ilusión otros equipos, otros estudiantes, pero la tarea inacabada con renovado impulso sigue y aquí está.

 Fotografía: acto del 25 aniversario

Y para vosotros, hace 25 años jóvenes y alumnos de este centro en las dos titulaciones de Empresariales y Gestión, os felicito en vuestro 25 aniversario de vuestra formación inicial en la Universidad, sin duda alguna, trampolín para vuestro emprendimiento laboral, como soporte para vuestro desarrollo personal y que junto con el mundo empresarial y laboral contribuís a crear unas condiciones de mayor progreso económico y social.

Con mis mejores deseos: Enhorabuena y Felicidades. 

 

Huesca, 12 Mayo 2017

José Mª Nasarre López

 

 

«Todo tiempo pasado fue mejor»

Por Francho Nagore Laín, segundo diector de la Escuela Universitartia de Estudios Empresariales de Huesca

 

El 25 aniversario de la fundación de la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales (hoy Facultad de Empresa y Gestión Pública) supone una grata ocasión de reencuentro entre profesores y alumnos (exalumnos) y una magnífica y justificada excusa para una celebración.

Dice el refranero clásico español que «todo tiempo pasado fue mejor». Y seguramente es cierto, porque las frases proverbiales suelen contener una gran parte de verdad, fruto de la sabiduría tradicional.

Al menos en un aspecto fundamental hay que darle la razón al refrán, y de forma contundente: en efecto, «todo tiempo pasado fue mejor» porque éramos, todos, más jóvenes, y por tanto teníamos más vida por delante.

Y es lo que vemos si echamos la vista atrás, hacia la primera mitad de los años noventa, la época en que se ponía en marcha la entonces denominada Escuela Universitaria de Estudios Empresariales. Sin ninguna duda, el Centro –hoy Facultad de Empresa y Gestión Pública– tenía toda la vida por delante, y cuando a mí me tocó coger las riendas de la Dirección, en febrero de 1993, era una aventura en marcha. Es decir, con las expectativas abiertas, con proyectos, con la ilusión todavía nueva, pero también con los riesgos, las incertidumbres y los problemas que pueden ir aparejados.

Los cambios experimentados por el Centro han sido muchos en estos 25 años, desde que comenzó precariamente en la parte delantera del ala Este de este edificio conocido como “Residencia de Niños”, es decir el antiguo hospicio de la Diputación Provincial, construido entre 1913 y 1925, y que hoy disfrutamos, parcialmente rehabilitado, gracias a la cesión de uso de la Diputación a la Universidad de Zaragoza.

Si los graduados de la primeras promociones de la Diplomatura en Ciencias Empresariales y de la Diplomatura en Gestión y Administración Pública os dais hoy una vuelta por el centro os llamará la atención –en relación con la realidad que vivisteis en los años noventa–, en primer lugar y sobre todo, este magnífico Salón de Actos que hace también las funciones de Aula Magna, construido en el hueco posterior de la parte central. En aquel entonces no teníamos Salón de Actos.

En segundo lugar, posiblemente, la Biblioteca, que ocupa la planta baja del ala Este. Luego, también la espaciosa Sala de Juntas, y las amplias instalaciones de Conserjería, Secretaría y Reprografía. Y por supuesto, las aulas, que aprovechan bien el espacio que permite la estructura del edificio. Sin olvidarnos de la cafetería-comedor, que tampoco existía entonces (en los años 90 teníamos en el patio delantero la cantina que llevaban los antiguos alumnos de la Residencia de Niños).

Todo esto es fruto de la primera fase de rehabilitación integral del edificio, realizada entre 2005 y 2008. (Entre paréntesis, hay que recordar que falta por realizar la segunda fase).

Seguramente, los pasillos no os llamarán tanto la atención, porque son los mismos anchos pasillos de entonces. Pero, dejándoos llevar por ellos podéis encontrar dos rincones que os pueden sorprender gratamente, porque invitan a recordar los viejos tiempos.

Uno de ellos es la parte central de la primera planta, donde hoy se muestran los retratos de los directores o decanos del Centro. Ahí estamos todos los que hemos tenido esa responsabilidad: en primer lugar, empezando por la derecha, José María Nasarre, que hoy nos acompaña, como primer director del Centro, el que tuvo que hacerse cargo de su puesta en marcha –aun sin tener docencia en el propio centro, pues era profesor de Historia en Magisterio–. Estuvo como director desde marzo de 1991 a enero de 1993, pues luego pasó a ser Vicerrector del Campus de Huesca.

A continuación está mi retrato, con una cara un tanto rara, a causa de la presión del birrete sobre las sienes. Yo estuve como director desde febrero de 1993 hasta febrero de 1997, y en esa época se graduaron precisamente las primeras promociones de las Diplomaturas en Ciencias Empresariales y en Gestión y Administración Pública.

Siguiendo esta galería de retratos hacia la izquierda nos encontramos con Esperanza Minguillón, del Departamento de Matemáticas, que fue directora entre 1997 y 2000. Y luego ya vienen los retratos de Vitico Sanagustín, del Departamento de Sociología y Psicología, que se hizo cargo de la dirección entre 2000 y 2003, y Vitelio Tena, profesor de Derecho Administrativo, director entre 2003 y 2011 (muchos años, pero es que repitió mandato).

Solo falta, pues, el retrato de Carlos Rubio, que a no tardar mucho nos acompañará en esa pared.

Esta galería de retratos permite seguir a grandes rasgos la historia del Centro. Y también permite observar los cambios en las modas y tendencias, pues así como los dos primeros estamos con toga y birrete, al estilo más tradicional del mundo académico, las siguientes están solo con la toga, pero sin birrete; y el último, sin toga ni birrete, y tiene como fondo una foto con la perspectiva de la nueva plaza.

El otro rincón que comentaba es el pasillo de la primera planta del ala Este, en donde hoy cuelgan las “orlas” de muchas de las promociones. Un paseo por esta zona provoca sin quererlo una cierta nostalgia, repasando los nombres y las caras de los alumnos que fueron pasando por el Centro, curso a curso. Y al mismo tiempo ayuda a refrescar –o introducir de nuevo– en la memoria los rostros y los nombres de los alumnos.

También estos cuadros con fotografías permiten seguir en cierto modo la evolución del Centro. Entre otras cosas, porque de repente, lo que en unas “orlas” se llama Escuela Universitaria de Estudios Empresariales, pasa a denominarse en otras más recientes Facultad de Empresa y Gestión Pública (la transformación se produjo en 2011). También, porque las fotografías o dibujos del fondo de las “orlas” más antiguas nos muestran el jardín con palmeras, cerezos, hibiscos y adelfas, por el que se accedía a la fachada principal del edificio, mientras que las más recientes (a partir de 2009) muestran ya la nueva plaza de la Constitución, toda enlosada y con los cubos de cristal que alojan los ascensores de bajada al aparcamiento. Entre paréntesis, recordaré que las obras de esta plaza nos costaron dos años de ruidos, de polvo y barro, aunque esto ya lo sufrieron promociones posteriores.

Pero el repaso de las “orlas” ofrece también una visión panorámica sobre el número de alumnos de cada promoción. No voy a dar cifras exactas, porque haría odiosa la comparación entre unas y otras promociones. Pero sí quiero destacar que en los años en que me tocó ejercer de director había muchos alumnos. Y era una gozada ver tanto personal en los pasillos, ver que casi no se cabía en algunas aulas o que se quedaba pequeña la Biblioteca –que había sido trasladada desde el aula 30 de la tercera planta del ala Este a la planta baja del ala Oeste.

Era una gozada y al mismo tiempo un problema, porque cada curso debíamos habilitar espacios para nuevas aulas. Y porque nos movíamos en una gran precariedad. Un recuerdo de aquella época es el repetido eslogan que se transmitía desde el Rectorado: “coste cero”. Que había que poner en marcha un nuevo curso,… a “coste cero”. Que había que adecuar instalaciones y espacios para nuevas aulas o para nuevos despachos…, a “coste cero”. Aún recuerdo los apaños del Sr. Pardina, de mantenimiento, que solo con el coste de la pintura y otros pocos materiales transformaba un hueco inhabitable en un despacho.

De todo andábamos escasos, menos de alumnos. ¿Y dónde meterlos, si este caserón estaba lleno de otro personal ajeno al centro universitario? Algunos decían que parecía el camarote de los hermanos Marx, pues por cualquier rincón encontrabas gente extraña a la Universidad.

Ya he recordado que el primer año de funcionamiento del Centro solo se ocupó la parte delantera del ala Este (que había sido construida el año 1991, pues en su día la planta del edificio había quedado incompleta). José María Nasarre me recordaba que en realidad el primer curso de Empresariales comenzó el curso utilizando el aula 1 (lo que ahora es la cafetería) y fue en marzo de 1992 cuando se pudo pasar a la parte delantera del ala Este.

Solo al tercer curso de funcionamiento se ocupó una parte del ala Oeste. La parte central del edificio aún tardó unos años en poderse utilizar por parte de la Universidad.

Creo recordar que en principio el ala Oeste estaba ocupada por los Servicios Municipales de Cultura, Juventud y Deportes. Parte de la zona central y del ala Este, por los Juzgados. Un planta del ala Este por el Centro de Profesores. Y en la zona central se ubicaban la Escuela de Hostelería y el Conservatorio de Música. Además, la Banda Municipal ensayaba algunos días en el aula 1, en la que cabían más de 120 alumnos y donde dábamos clase a otras horas, aula situada en la parte delantera de la planta baja del ala Oeste (donde ahora está la cafetería). Recuerdo que en aquella aula dábamos la asignatura de “Introducción al Lenguaje Administrativo.”

El repaso de las “orlas” permite también recordar algunos profesores que estaban en los inicios del Centro, y ver cómo van apareciendo caras nuevas y otras van desapareciendo, generalmente por traslado a otros centros de la Universidad de Zaragoza.

Así, en la primera “orla” que cronológicamente aparece, que es de la primera promoción de la Diplomatura en Ciencias Empresariales (1991-1994) hay 16 profesores. De ellos, algunos se han jubilado ya, como Fernando Abella, Materno Conesa y Mª Dolores Rivero. Otros imparten docencia en otros centros, como Anabel Zárate, Carmen Aladrén, Nieves Esparza o Irene Marín. Y otros siguen como profesores del centro, como María José Barlés, Lourdes Cadena, Miguel Ángel Castillo, José Julián Escario, Ana Monclús, Melania Mur, Mercedes Sanz y yo mismo.

Pero lo que más llama la atención es que entre los alumnos de esa primera promoción aparezcan Silvia Abella y Nuria Domeque, que hoy son profesoras de la Facultad.

Hay otras cosas que traen a la mente las fotografías de las orlas, como las tunas, la masculina y la femenina, a la “Junior Empresa”, o como las fiestas del patrono, que se celebraban al principio en los patios delanteros y luego en la parte de atrás, donde está el campo de fútbol. Luego ya vendría la moda de ir al entorno de la ermita de Salas, costumbre que nos trajeron los de Graduados Sociales. Precisamente la primera orla de éstos que podemos ver es la de la promoción de 1993-1996. Y es que en marzo de 1995 se incorporaron los estudios de Graduados Sociales, que ya en el curso 1995-1996 se transformaron en la Diplomatura en Relaciones Laborales. La última orla que vemos de Relaciones Laborales es la de la decimotercera promoción, de 2007-2010.

A propósito, cabe recordar que entre 1995 y 2004 compartieron también espacios del edificio los estudios de Turismo, que impartía la Escuela de Turismo de Huesca, en proceso de adscripción a la Universidad, si bien ese proceso se paralizó (con lo que la Escuela tuvo que desaparecer, y con ello la Diplomatura en Turismo, que ya no se pudo conseguir luego para la Facultad).

La última de todas las orlas que vemos, de momento, es del Máster de Dirección y Planificación del Turismo, de 2013-2014: esto refleja los nuevos estudios incorporados al Centro, en este caso de postgrado.

Hay cosas que no permiten ver las orlas, pero que ahora se pueden ver en la página web de la Facultad (que naturalmente, en los años 90 no existía): por ejemplo, los planes de estudios de los actuales Grados, la descripción pormenorizada de los equipamientos, etc. Pero también podemos consultar ahí, a texto completo, los 21 números de la Revista de Gestión Pública y Privada, publicación anual de carácter científico que precisamente se creó entonces, en 1996, que se sigue publicando, y cuyas páginas están abiertas a la colaboración de todos, también de los exalumnos.

Para terminar, nada me parece más justo que recordar y agradecer su contribución en la puesta en marcha del centro y en su continuidad en estos primeros 25 años: a la DPH, que cedió el uso de este edificio a la UZ; a los profesores, los que abrieron el camino en los primeros cursos, y los que vinieron luego; al PAS, sin el que no sería posible el funcionamiento diario; y por supuesto, a los alumnos, que son el alma, y los que dan sentido a la labor del Centro, pues si no hay alumnos, sobra el edificio, sobran los planes de estudios y sobran hasta los profesores.

Como se suele decir en estos casos: que sea por muchos años (al menos, por de pronto, otros 25), y que todos lo veamos.

Francho Nagore Laín, Uesca, 12 de mayo de 2017

 

 

 Fotografía: acto del 25 aniversario