El profesor Carlos Castellar dirige este estudio sobre los efectos que tienen pruebas de ultrafondo, de más de 60 kilómetros, en corredores experimentados de distinto nivel
Para ello se seleccionará a doce deportistas que participan en estas competiciones en el Pirineo
Este equipo de la Universidad de Zaragoza ya estudió la evolución de los participantes del reto ‘GR-11 en 11’, de 786 kilómetros de recorrido y 47.500 metros de desnivel en 11 días, cuyos primeros resultados fueron premiados la pasada primavera en el I Congreso Internacional en Ciencias de la Salud y el Deporte
Investigadores del Campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza, del grupo ‘Entrenamiento físico y rendimiento deportivo’ (ENFYRED), estudian la incidencia para la salud de carreras de montaña de larga distancia. El profesor de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación Carlos Castellar dirige este trabajo, que analizará los efectos que tienen estas pruebas –que han tenido un importante aumento de practicantes en los últimos años- en corredores experimentados de distinto nivel. Doce deportistas, que participan en carreras en el Pirineo, serán seleccionados para realizar este estudio.
El objetivo del proyecto es conocer las demandas fisiológicas de una prueba de ultradistancia, de más de 60 Kilómetros, por montaña, determinando el impacto que tiene en el organismo humano, y comparar a sujetos con mayor o menor nivel de condición física que participan en ellas.
Este grupo de investigadores oscenses, que ya realizó el seguimiento de los atletas del reto ‘GR-11 en 11’ (que completó, en 11 días, el sendero pirenaico GR11, desde el Cabo de Creus hasta Hondarribia, con 786 kilómetros de recorrido total y 47.500 metros de desnivel positivo acumulado) ha recibido para este trabajo una ayuda del Instituto de Estudios Altoaragoneses.
“Son ampliamente conocidas las ventajas que proporciona la práctica de ejercicio físico sobre la salud”, escriben los investigadores. “No obstante, hay numerosas evidencias acerca de un aumento en la producción de radicales libres a intensidades elevadas, estimulando una serie de reacciones en cadena que originan una respuesta inflamatoria, provocando deterioro funcional en fibras musculares”. La repetición de esas reacciones por cargas diarias intensas de entrenamiento, podría inducir, explican, una afectación inflamatoria recurrente, e incluso la merma de la respuesta inmunológica del deportista, condicionando su rendimiento físico y su estado de salud.
Este es el motivo, junto al creciente impacto social de las pruebas de ultra fondo en montaña, que está en el origen de este estudio.
La investigación analizará las demandas físicas de los atletas en estas carreras, en relación a factores como su composición corporal, su somatotipo o sus capacidades físicas, para determinar los impactos fisiológicos de las mismas.
Son objetivos concretos de este proyecto estudiar los cambios metabólicos inducidos por la actividad física sobre el sistema oxidativo; analizar los mecanismos de defensa antioxidante a partir de la actividad de distintas enzimas; estudiar los parámetros inflamatorios; analizar la proteína total en plasma, así como los cambios que puedan producirse en los parámetros hormonales basales como respuesta a la realización de pruebas de ultratrail por etapas; y evaluar la respuesta fisiológica de los corredores analizando su fuerza, resistencia y flexibilidad entre otras características físicas.
Los primeros resultados del estudio previo realizado en el reto‘GR-11 en 11’, ‘Modificaciones en parámetros bioquímicos sanguíneos tras una prueba de larga distancia por montaña en corredores entrenados’, fueron presentados en el ‘I Congreso Internacional en Ciencias de la Salud y el Deporte: Actividad física segura y saludable en la montaña’, celebrado en Huesca la pasada primavera, donde recibieron el premio a la mejor comunicación oral