La catedrática del Campus de Huesca Pilar Catalán, elegida integrante del comité directivo del consorcio mundial de investigación sobre Brachypodium

28/01/2016
Pilar Catalan, catedrática de Biología Campus de Huesca

La responsable del grupo científico Bioflora, de la Universidad de Zaragoza, será una de los dos representantes de Europa en la cúpula de esta red internacional que reúne a 400 equipos de investigación de todo el mundo

Especies vegetales del género Brachypodium se usan como plantas modelo en investigación genómica, entre otros fines, para mejorar la producción de cereales, y la de gramíneas para biocombustibles

Huesca también acogerá la celebración del V Congreso Internacional sobre Brachypodium que se celebrará en junio de 2019

 

La catedrática del campus oscense de la Universidad de Zaragoza Pilar Catalán ha sido elegida integrante del comité directivo del consorcio internacional de investigación sobre Brachypodium (Brachypodium International Steering Committee, IBSC). La responsable del grupo científico Bioflora, ubicado en la Escuela Politécnica Superior de Huesca, será una de las dos representantes de Europa en el máximo órgano de esta iniciativa internacional que reúne a 400 equipos de investigación de todo el mundo. La gramínea mediterránea Brachypodium distachyones usada por laboratorios de numerosos países como planta modelo en investigación genómica –sobre todo a partir de la secuenciación completa de su genoma de referencia en 2010, y a la posterior construcción de  su primer pangenoma– para, entre otros fines,  mejorar la producción de cereales templados, y la de gramíneas para biocombustibles, y, en general, para otros análisis de monocotiledóneas.

El grupo Bioflora y el Campus de Huesca ya habían recibido, anteriormente, el pasado junio en Massachussets, otro gesto de reconocimiento de la comunidad científica al ser elegidos, en una candidatura conjunta con el grupo Biología Computacional EEAD del CSIC, para organizar y albergar el V Congreso Internacional Brachypodium (V International Brachypodium Conference) que se celebrará en junio de 2019, en la capital altoaragonesa.

Pilar Catalán, primera catedrática de Botánica de la Universidad de Zaragoza, ha sido elegida para integrar el comité directivo de la International Brachypodium Initiative, junto a otros seis científicos, en una votación entre todos los miembros del consorcio. Le acompañarán en este órgano, representando a los grupos de investigación de Asia, el profesor Zhiyong Liu de la China Agricultural University, de Beijing, y Keiichi Mochida del Riken Center for Sustainable Resource Science, de Japón; por el continente americano, John Vogel, del Joint Genome Institute (Universidad de California), y Sam Hazen, de la Universidad de Massachusetts Amherst;  elegido por las regiones de Australia-Africa-Oriente Medio, Mhemmed Gandour de la tunecina Facultad de Ciencia y Tecnología de Sidi Bouzid; y Richard Sibout, del Instituto Jean-Pierre Bourginde Versalles (integrado en el Institut National de la Recherche Agronomique, INRA, de Francia), que representará a Europa, junto a la investigadora oscense. El Brachypodium International Steering Committee coordinarálos intercambios científicos entre los investigadores de la red, sus encuentros periódicos y distintas vías de colaboración para realizar análisis genómicos de otras especies y variedades de Brachypodiumy su transferencia a cultivos y plantas energéticas.

 

Brachypodium, plantas modelo para la investigación de gramíneas

El uso de especies del género Brachypodium como plantas silvestres modelo para la investigación de otras gramíneas –en muchos casos en campos con un amplio impacto económico, además de científico–se ha extendido por todo el mundo en los últimos años. Concretamente la Brachypodium distachyon, una pequeña hierba de carácter anual (a diferencia de otras especies del género, que son perennes), es utilizada por grupos de investigación de muchos países en análisis relacionados con otros vegetales cultivados para producir biomasa, alimentos, piensos o forrajes. A diferencia de éstas últimas, esa planta mediterránea se adapta bien a la manipulación experimental en el laboratorio y cuenta, además, con la secuencia completa de su genoma y de la anotación de su transcriptoma lo que permite nuevos estudios. Recientemente su uso ha recibido un nuevo impulso con la construcción de su pangenoma, a partir de la resecuenciación de 53 ecotipos adaptados a diferentes condiciones ecológicas. Esto ha permitido detectar 61.115 genes, más de la mitad de los conocidos previamente en el genoma de referencia.

Todo esto permite desarrollar investigaciones, explica Pilar Catalán, en torno a las respuestas de estos genes ante distintas condiciones ambientales, o bióticas, como las reacciones frente a diferentes patógenos. Las informaciones obtenidas en esta planta modelo pueden ser posteriormente transferidas, con determinadas adaptaciones, a trigos, cebadas u otros cereales, cuyos genomas voluminosos y de estructura más compleja son más difíciles de estudiar. Esto facilitará los ensayos sobre sus respuestas a estreses y permitirá mejorar su producción.

Brachypodium también se usa para estudios genómicos y citológicos aplicables a distintos géneros de gramíneas, Miscanthus o Paspalum entre ellos,  con cuyas plantas que se producen biocombustibles. Así, por ejemplo, explica la catedrática de la Universidad de Zaragoza, estos análisis permiten analizar distintas vías para degradar más rápidamente los componentes de la pared celular y generar bioetanol.

 

El grupo aragonés Bioflora

La catedrática Pilar Catalán es la investigadora principal del grupo Bioflora, dedicado a la biología y la evolución de las plantas, que tiene su sede en la Escuela Politécnica Superior de Huesca. Estudios moleculares y  genéticos de plantas, así como sobre su diversidad, biogeografía  y conservación, centran los trabajos de este equipo, en el que confluyen científicos de la Universidad de Zaragoza y del Instituto Pirenaico de Ecología.

Sus investigaciones  están enfocadas principalmente a las gramíneas templadas (Poaceae, Festuca, Brachypodium), que están distribuidas en todos los continentes y cuentan con especies de gran importancia ecológica y económica; y también a plantas con endémicas y amenazadas, que son estudiadas genéticamente para aplicar medidas de conservación (como en los casos de la pirenaica Borderea Chouardii o de endemismos de Monegos). Poblaciones vegetales del Alto Aragón y de los Pirineos, pero también del resto de la Península Ibérica, del Norte de África, Sudamérica e incluso Oceanía han sido objeto de sus estudios de genética-poblacional y filogeografía. Recientemente, tras la colaboración establecida con colegas de la Universidad Estatal de Tomsk (Rusia), los investigadores de Bioflora están analizando la diversidad y la evolución de plantas eurosiberianas.  

Grupo de investigación Bioflora (Escuela Politécnica Superior-Campus de Huesca):

http://bifi.es/bioflora/

 

 

Investigadores de Bioflora, en la Escuela Politécnica Superior del Campus de Huesca