Una exposición revisa la evolución de los atlas históricos, del siglo XIX al XXI, a partir de los fondos de la biblioteca de Magisterio de Huesca

17/05/2017

Obras editadas entre 1879 y 2015 forman parte de esta muestra que inaugura, el jueves 18 de mayo, el profesor Julián Pelegrín, en la sede de este centro del Campus oscense de la Universidad de Zaragoza, que está celebrando su 175 aniversario

 

La exposición ‘Mapas con historia’ revisa, a partir de este jueves, 18 de mayo, en la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación de Huesca (calle Valentín Carderera, 4), la evolución de los atlas históricos. Una treintena de obras, editadas entre 1879 y 2015, todas ellas procedentes del fondo de la biblioteca de este centro del Campus oscense –que celebra actualmente su 175 aniversario– , conforman esta muestra que podrá visitarse, de 9 a 21 horas, de lunes a viernes, hasta el 9 de junio.

Julián Pelegrín, profesor de Didáctica de las Ciencias Sociales de la Facultad altoaragonesa, y coordinador de la exposición, será el encargado de presentarla en el acto de inauguración de la misma, que tendrá lugar, este jueves,  18 de mayo, a las 12 horas.

La biblioteca de la actual Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación, aunque creada formalmente en el último tercio del siglo pasado, alberga obras utilizadas en las anteriores etapas –no universitarias– de los estudios de Magisterio, que se implantaron en la capital altoaragonesa en 1842. Entre ellas se encuentran cerca de 900 publicaciones anteriores a 1900. Mapas y atlas de tres siglos diferentes forman parte de esta colección.

La exposición ‘Mapas con historia. Los atlas históricos en la biblioteca de Magisterio de Huesca’, explica Julián Pelegrín, se propone dar a conocer una parte del rico patrimonio bibliográfico conservado en la biblioteca. Los atlas que conserva, considera este profesor de la sede oscense de la Universidad de Zaragoza, “permiten presentar un completo panorama de la evolución de la cartografía histórica desde el siglo XIX hasta nuestros días”. La exposición  ofrece una panorámica de cómo se ha presentado en ellos la Historia Universal, de España y de Aragón en distintas épocas, y muestra, también, la evolución tecnológica y los distintos formatos de este recurso didáctico, que destaca Pelegrín, “cuenta la Historia y, a la vez, forma ya parte de ella”.

 

Mapas y atlas de tres siglos: del papel al digital (pasando por las diapositivas)

La pieza más antigua de la exposición es el Atlas histórico-geográfico de España, de Juan de Dios de la Gloria Artero, obra de 1879, de la que la biblioteca del Campus oscense conserva su décima edición.  En ella también se muestra el Justus Perthes’ Geschichts-Atlas, dirigido por A. Schulzy publicado, en 1897, en la ciudad alemana de Gotha.

También se han seleccionado obras de la escuela geográfica francesa, que se desarrolló a caballo de los siglos XIX y XX. Entre ellas hay un ejemplar de 1907 del Atlas de géographie historique, dirigido por el pirineista Franz Schrader, que había sido publicado por primera vez en 1893; y la Histoire et Géographie, de Vidal de la Blache, de 1914. Y también algunos de los mapas murales del historiador francés Louis André, que publicó durante décadas, a partir de 1911, la editorial Delagrave.

El repaso a la cartografía internacional se completa con obras de las escuelas alemana y británica del último tercio del siglo XX: el Grosser historischer Weltatlas de J. Engel; el Atlas histórico mundial, de H. Kinder y W. Hilgemann –ambos de los años 70–; o la edición española de The Times Atlas of World History, de G. Barraclough.

Entre las publicaciones españolas se encuentra el Atlas histórico universal para uso de institutos nacionales de 2ª enseñanza, de 1926, cuyo autor es Francisco Condeminas. Y las publicaciones que impulsa Jaime Vicens, que, recuerda Pelegrín, renovaría a partir de los años 50 la cartografía histórica, aumentando el dinamismo de los mapas, con la incorporación de flechas y otras simbologías para representar los hechos históricos. Las editoriales Vicens Vives y Teide recogerían estos trabajos. Entre ellos encontramos en la exposición el escolar Primer atlas de Geografía e Historia de España, de 1965;los Atlas de Historia Universal,  de Jaime Vicens y de Juan Roig Obiol; y algunos mapas murales, de la década de los 80, utilizados en las aulas.

Algunas obras “clásicas” en la enseñanza universitaria -como el Atlas de Historia Antigua, de los profesores de la Universidad de Zaragoza Francisco Beltrán y Francisco Marco; el Atlas histórico mundial, de Georges Duby; o el Atlas de Historia de España, coordinado por Fernando García de Cortázar-, completan, entre otras, esta muestra hasta llegar a la obra más reciente de la colección: el Atlas de historia crítica y comparada: De la Revolución Industrial a nuestros días.Esta publicación de Le Monde Diplomatique, de 2015, que aborda también temáticas actuales como la globalización o la evolución del clima, acompaña los mapas –como otras obras contemporáneas, y a diferencia de los atlas antiguos- con abundante texto explicativo, y también con fotografías.

La exposición se cierra con un apartado dedicado a los atlas sobre Aragón, que comienzan a publicarse, explica Pelegrín,  en los años 80, en paralelo al interés por lo cercano que se da en el periodo de conformación del estado autonómico, y promovidos primeramente por instituciones públicas. El Atlas de Prehistoria y Arqueología aragonesas, de Antonio Beltránel atlas histórico más antiguo de la Comunidad-; Cómo se formó Aragón y Aragón Comunidad histórica de Agustín Ubieto; el Atlas de Historia de Aragón, de la Institución ‘Fernando el Católico’, o el Gran Atlas Histórico de Aragón, de la editorial Aneto y El Periódico de Aragón, aparecen en este recorrido.

La publicación en diapositivas –acompañadas por un volumen comentad- de algunas de las obras de Ubieto, permite mostrar, en esta última parte de la exposición, la evolución de formatos y recursos en los mapas y atlas históricos, desde las más antiguas impresiones, a la incorporación de transparencias para superponer diversos momentos históricos, hasta llegar a las publicaciones digitales -en CD-Rom y, también, en Internet-, pasando por las citadas diapositivas.