Las desigualdades que en la salud humana pueden generar aspectos como la nutrición, las condiciones ambientales o laborales, o la pobreza centran las sesiones que se desarrollan en la Facultad de Ciencias de la Salud y el Deporte
“Hasta siete años de diferencia de media en la expectativa de vida puede haber por el hecho de vivir en un barrio más o menos pudiente de una ciudad del primer mundo”, explica el médico Carlos Pablo, coordinador del curso
Esta propuesta formativa está dirigida a profesionales y a estudiantes de Ciencias de la Salud
“Hasta siete años de diferencia de media en la expectativa de vida puede haber por el hecho de vivir en un barrio más o menos pudiente de una ciudad del primer mundo”, explica el médico Carlos Pablo, coordinador del curso “Salud y Desarrollo: Los determinantes sociales de la salud”, que se está celebrando en la Facultad de Ciencias de la Salud y el Deporte de Huesca. Estudiantes de Medicina, Nutrición, Enfermería, Ciencias del Deporte y Fisioterapia, junto a profesionales del sector, asisten a esta propuesta formativa que organizan La Cátedra de Cooperación para el Desarrollo de la Universidad de Zaragoza y la ONG Medicus Mundi, con el apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. Las sesiones formativas, que se clausuran este viernes, 29 de marzo, se han estado desarrollando, los viernes, de 16 a 20 horas, a lo largo de todo el mes de marzo, impartidas por médicos y gestores del sistema sanitario, politólogos, ingenieros agrónomos, activistas y juristas.
Ayudar a comprender la complejidad de los determinantes sociales de la salud y su impacto en la generación de inequidades en salud en el mundo; reflexionar sobre la influencia de los sistemas de salud, el sistema alimentario y el medio ambiente desde esa óptica; y conocer experiencias concretas de intervención sobre estos factores para mejorar las expectativas sanitarias de la población son los objetivos de esta propuesta.
“De los factores que influyen en la salud”, explica Carlos Pablo , “los que más impacto tienen, por encima incluso de los aspectos biológicos, son los ambientales”. Y entre ellos cita la alimentación, la contaminación, las condiciones de trabajo, la calidad del agua o la pobreza, campos que requieren intervenciones específicas para mejorar la salud de la población, señala.
La obesidad infantil –provocada por la adquisición de alimentos elaborados, de menor valor nutritivo– en unos países, o la desnutrición en otros, recuerda, son fenómenos dañinos desde el punto de vista de la salud, que van asociados a los sectores con menos recursos.
En el curso, que fue abierto por la gerenta de la Agència de Salut Pública de Barcelona Carme Borrell se han ido abordando cuestiones como la evolución del llamado Estado de Bienestar y de los sistemas sanitarios de distintos puntos del mundo; la importancia del sistema alimentario global en la salud humana; o diversas experiencias en torno a la atención sanitaria, la soberanía alimentaria, o la cuestión de género en los países del sur.
Las sesiones se cierran el próximo viernes analizando dos casos concretos: el de los impactos en la salud de la contaminación por hidrocarburos en la Amazonía ecuatoriana; y el del desarrollo de programas individuales, familiares y comunitarios en Guatemala para abordar estos determinantes sociales en el marco de un Modelo Incluyente de Salud.
