El reparto del África colonial

05/03/2018

 

El historiador de la Universidad de Zaragoza Roberto Ceamanos está impartiendo diversas conferencias en el Alto Aragón sobre el reparto colonial de África.  En ellas revisa las razones que lo motivaron y cómo se produjo para, con este bagaje, conocer sus consecuencias hasta el presente. Su punto de partida es la situación previa a la Conferencia de Berlín (1884-85), que estableció el reparto del continente entre las potencias europeas, para, a continuación, abordar su conquista y colonización, y analizar cómo han afectado posteriormente esas fronteras a los estados africanos. Con este breve texto, Ceamanos,  que es autor del libro, El reparto de África. De la Conferencia de Berlín a los conflictos actuales (Madrid, Los Libros de la Catarata/Casa África 2016; 2ª ed. 2017), nos introduce en esta problemática.

 

 

El reparto del África colonial

 

Roberto Ceamanos Llorens

Profesor del Departamento de Historia Moderna y Contemporánea de la Universidad de Zaragoza

 

En la segunda mitad del siglo XIX, las potencias europeas pugnaban por imponer su poder en todo el mundo. Presentes en América y en Asia desde finales del siglo XV, su penetración en África estaba aún limitada a determinadas regiones costeras, si exceptuamos la ocupación francesa de Argelia y la expansión holandesa y luego británica en el extremo más meridional del continente. Se trataba de enclaves para asegurar las rutas marítimas y comerciar, principalmente a través de las vías fluviales, con el interior del continente. Esta situación cambió a partir de los años ochenta, cuando diversas circunstancias aumentaron el interés de los europeos por África. Las potencias europeas iniciaron entonces una carrera por ocupar el continente.

Fue un reparto conflictivo que se resolvió en las cancillerías europeas. La Conferencia de Berlín fue el principal encuentro entre las potencias. En ella resolvieron los litigios planteados hasta entonces y establecieron las normas básicas a aplicar en el reparto de África, si bien la ocupación efectiva del territorio se realizó en las décadas siguientes atendiendo también a otros criterios como la estrategia y la presión del más poderoso. El continente se convirtió para los gobiernos europeos en una pieza más del tablero en el que decidían el futuro del mundo. En un período relativamente breve se decidió quien se apropiaba de los territorios africanos. Salvo Etiopía y Liberia, toda África fue ocupada y, en 1914, el reparto colonial de África se podía dar por concluido. Solo el resultado de la Primera Guerra Mundial lo variará cuando los vencedores se dividan las colonias del derrotado Imperio Alemán.

Las fronteras forjadas por las potencias coloniales fueron arbitrarias y no tuvieron en cuenta la realidad africana. Sin embargo, llegada la independencia y para evitar males mayores, se aplicó el principio de intangibilidad de las fronteras. Esta decisión supuso mantener, en la mayoría de los casos, las fronteras coloniales, que fueron heredadas por los jóvenes estados africanos. Al heredar sus límites, también heredaron sus litigios, dando origen a un sinfín de conflictos.

[...] Las diferencias políticas, étnicas y religiosas en unos países con fronteras artificiales aparecen como las causas más aparentes de los enfrentamientos, pero detrás de ellas se encuentra la lucha por el control de los recursos naturales que ha caracterizado al neocolonialismo. Las fronteras, un pesado lastre para el desarrollo de los estados africanos, muestran cómo la herencia colonial sigue presente en África.

 

Roberto Ceamanos

Roberto Ceamanos, profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza, también investiga sobre la historiografía e historia de Francia, y sobre la historia de la España de los años treinta. Es autor de diversos artículos en revistas científicas y, entre otros, de los libros De la historia del movimiento obrero a la historia social (2004), Militancia y Universidad. La construcción de la historia obrera en Francia (2005), Los años silenciados. La II República en la Comarca de Tarazona y el Moncayo (2006), El discurso bolchevique. El Parti Communiste Français y la Segunda República española (2010), Isidro Gomà i Tomàs. De la Monarquía a la República, 1927-1936 (2012) y La Comuna de París, 1871 (2014). Es secretario de Historiografías, revista de historia y teoría (http://www.unizar.es/historiografias)