La consejera de Ciudadanía María Victoria Broto y otros exalumnos de Magisterio en Huesca explican su vocación docente y reflexionan sobre la educación

24/03/2017

La política sobrarbesa participó en una mesa redonda en la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación, con motivo del 175 aniversario de los estudios de maestro en la capital altoaragonesa

En ese acto también intervinieron el presidente de Cruz Roja-Aragón Francisco Barreña, el periodista Luis Laiglesia, la deportista paralímpica Mª Pilar Rivarés y la actriz, e integrante de los Titiriteros de Binéfar, Eva Paricio

Docentes titulados en el Campus oscense analizaron su labor educativa en distintos contextos urbanos y rurales en otra mesa de debate

 

La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, fue una de participantes en la mesa redonda que, con motivo del 175 aniversario de los estudios de Magisterio en Huesca se celebró en la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación (calle Valentín Carderera, 4) el pasado miércoles. Junto a otros antiguos alumnos de este centro del Campus oscense, la política sobrarbesa explicó su vocación por el Magisterio, su experiencia universitaria y su trayectoria como educadora –a la que dedicó más de 23 años–. En la mesa de intervinientes le acompañaron el presidente de Cruz Roja-Aragón y empresario del sector de la óptica Francisco Barreña, el periodista de Radio Huesca-Cadena Ser Luis Laiglesia, la esquiadora paralímpica y trabajadora de CADIS, Mª Pilar Rivarés, y la actriz, e integrante de los Titiriteros de Binéfar, Eva Paricio. El profesor de la facultad anfitriona –y también exalumno de la misma, Alberto Ballarín, moderó este acto.

Dar a conocer las distintas épocas de la formación de los maestros y maestras, las opciones profesionales que se presentaban a los titulados en distintos momentos del pasado siglo y del actual, o la situación laboral y el contexto social en que se desarrollaba la actividad docente en pueblos y ciudades, estaban entre los objetivos de este acto, en el que los participantes también abordaron la relación entre sus estudios y las actividades que han desarrollado posteriormente.

Esta iniciativa estuvo precedida, el martes, 21 de marzo, por otra mesa redonda en la que docentes titulados en el Campus oscense analizaron la labor educativa que realizan en distintos contextos, urbanos y rurales. La profesora del Campus oscense de la Universidad de Zaragoza, Eva Fajarnés, moderaba este coloquio en el que participaron Reyes Lobera del colegio público El Parque, de Huesca; Pablo Gracia, del Colegio Rural Agrupado Monegros-Hoya; Ana Mur, del Joaquin Costa de Monzón, Javier Becerra, del colegio San Viator de Huesca, y Jose Luis Azagra del colegio La Laguna, de Sariñena.

 

 

Antiguos alumnos de Magisterio

En la primera mesa, Francisco Barreña, el más veterano de los participantes, recordaba su estancia como estudiante en la actual facultad, a finales de los 50, una etapa revivida con emoción al visitar antes del acto las aulas en las que se formó como maestro. Los “guateques” y algunas anécdotas de la época despertaron las risas entre los estudiantes que llenaban la sala. “Las mejores personas de la sociedad deberían ser maestros”, señalaba, tras recordar lo vivido como docente en la mili enseñando a leer y escribir a personas analfabetas. E, incluso, ayudándoles con la correspondencia que mantenían con sus familias. Eran “personas que querían aprender, tenían gran ilusión por aprender”, recordaba.

Maria Victoria Broto, nacida en una familia de agricultores, en una pequeña localidad del Sobrarbe,  explicó que fue la primera chica de su pueblo en estudiar una carrera. Eso le hizo sentir que en aquel momento  que se estaba acercando al que era su sueño desde niña: ser maestra.  Ya entonces combinaba, de alguna forma, esta vocación con el interés por lo político: Consideraba que era necesaria una revolución para cambiar el mundo, recordaba en ese acto, rememorando la buena relación que tenía con profesores de diferentes ideologías. “Es necesario aprender de personas que piensan de modo diferente”, aconsejaba a los jóvenes . Sobre la labor como maestra destacaba en su intervención que lo más importante es “querer a los niños”. “Nadie te conoce tanto como los alumnos, pues en ocasiones pueden verte en situaciones límite”, añadía. La consejera del Gobierno de Aragón aseguraba que la generación actual “está mejor preparada que las anteriores “, pero insistía en la necesidad de trabajar para “mejorar el sistema educativo”.

“Debéis estar orgullosos de la formación que recibís, y del edificio en el que estudiáis”, decía por su parte, el periodista Luis Laiglesia a los alumnos de Magisterio.  Laiglesia llegó a esta carrera porque consideró que Magisterio sería lo más similar a Bellas Artes, su vocación, de entre la oferta formativa que existía en Huesca. La música, explicó,  le llevaría después a conectar con la radio, y, en ella, con  el periodismo. Precisamente en relación al debate público sobre la educación explicó como “en ocasiones se hace un debate superficial que no profundiza en el sistema educativo”, tocando solo aspectos parciales “como la ratio o el número de horas”. Y hacer ese debate más profundo, indicaba, “es crucial” para la sociedad.

Pilar Rivarés, deportista de élite, paralímpica, recordó cómo en la asignatura de Educación Física, en sus tiempos de estudiante, la calificación que le ponían era “exento”, y que solo tenía que realizar un trabajo escrito. De no ser prácticamente considerada en las clases de educación física, debido a su condición, comenzó a realizar deportes como bádminton o esquí, teniendo un papel destacado en ellos. “Lo más difícil que podía hacer es lo que hice”, afirmó. Y concluyó aconsejando a los estudiantes que si tienen a alumnas o alumnos con discapacidad en el aula, que les traten igual, como a otro estudiante más.

Eva Paricio, recordó en su intervención la escuela rural en la que su propio padre enseñaba. Consideraba ya como niña que con la educación se podría cambiar el mundo y a las personas. Quiso estudiar Magisterio y entender mejor a los niños, para luego enseñarles y relacionarse con ellos a través del teatro, la música o el baile, como hace ahora con Los Titiriteros.

 

Mesa de docentes

En la mesa de docentes, que fue seguida por numerosos estudiantes, se debatió sobre los requisitos necesarios para un buen docente,  sobre el periplo profesional de los maestros y maestras recorriendo diversos pueblos, ciudades y colegios, hasta estabilizar su actividad laboral y docente, o sobre las especificidades de la labor educativa en centros rurales.

Los ponentes coincidieron en destacar, junto a la formación,  elementos como la ilusión y la pasión, como claves para trabajar como educador. “Los comienzos no son fáciles nunca, pero ser maestra es un trabajo que ofrece grandes satisfacciones”, señalaba Reyes Lobera, reflexionando sobre su andadura por diversos colegios. Se trabaja cada día “con un material frágil y delicado” como son los niños, destacaba Jose Luis Azagra, llamando la atención sobre la responsabilidad de la labor educativa a los futuros maestros presentes en el acto. Otros participantes destacaban la necesidad de ser capaz de adaptar y transformar el trabajo docente, “pues diferente es la sociedad y sus necesidades” en diversos momentos y lugares.  Finalmente se ha destacado la gran variedad y posibilidades de aprendizaje que ofrece la labor educativa en centros rurales.

El acto, que había dado comienzo, haciendo con un guiño al Día Internacional de la Poesía, con un poema de Gabriel Celaya sobre la educación,  ha finalizado con unas palabras de Teresa de Calcuta: “Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo. Enseñarás a soñar, pero no soñarán tus sueños. Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida. Sin embargo...en cada vuelo, en cada vida, en cada sueño, perdurará siempre la huella del camino enseñado”.

Estos actos fueron patrocinados por el Vicerrectorado de Cultura y Proyección Social de la Universidad de Zaragoza y por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragon.