Los efectos perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente que puede tener la gran cantidad de residuos que generamos exigen una buena gestión de los mismos, que implique a instituciones y ciudadanía. (17 de mayo, Día mundial del Reciclaje)
Por Natividad Miguel Salcedo, profesora del grado de Ciencias Ambientales de la Escuela Politécnica Superior del Campus de Huesca. Departamento de Ingeniería Química y Tecnologías del Medio Ambiente de la Universidad de Zaragoza. Premio Medio Ambiente de Aragón, por su investigación sobre la eliminación de plaguicidas en el agua.
Hoy en día se generan grandes cantidades de residuos. Sus posibles efectos perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente hacen necesario llevar a cabo una buena gestión de los mismos.
Teniendo en cuenta el marco normativo aplicable en materia de residuos y el de la economía circular, se establece un orden de prioridad de actuaciones de gestión encaminadas a extender al máximo el ciclo de vida de los residuos. Por ello, tras la prevención que es la actividad prioritaria en la jerarquía de esta gestión, la reutilización y el reciclaje, cobran especial relevancia.
Con el objetivo de adaptarse a la normativa europea en materia de gestión de residuos, Aragón dispone del Plan Integral de Residuos de Aragón, el cual establece una serie de objetivos y programas de actuación para lograr una gestión de residuos sostenible, es decir, minimizar la generación de residuos y promover su reutilización y reciclado, y cuando ésto no sea posible, garantizar su correcta eliminación.
Según datos disponibles del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, en el año 2017 se generaron cerca de 620.000 toneladas de residuos domésticos y comerciales (aproximadamente 1.3 kg de residuos por habitante y día), de los cuáles únicamente un 27% se destinaron a reutilización y reciclado, siendo el objetivo para el presente año 2020 del 50%.
Para mejorar estas cifras, es sumamente importante conocer la composición de los residuos que se generan y y llevar a cabo una buena recogida separada de los mismos. En cuanto a los residuos generados en los hogares, aproximadamente un 45% de los mismos corresponden a biorresiduos, residuos que por su contenido en materia orgánica biodegradable pueden destinarse a la obtención de enmiendas agrícolas y energía, de especial interés y donde se centran los esfuerzos actuales en materia de gestión de residuos. Otras fracciones importantes de los residuos generados en nuestros hogares son el papel y el cartón (10%), los envases ligeros (10%) y el vidrio (7%), para los cuales disponemos de sistemas de recogida selectiva completamente implantados, y más recientemente de textiles, que suponen aproximadamente un 5% de los residuos generados. Además, disponemos de otros sistemas de recogida selectiva como pilas, medicamentos, aceites de cocina, etc.
La recogida separada de los residuos permiten mantener los distintos tipos de residuos por separado, evitar que se mezclen y de este modo facilitar las operaciones posteriores que se realizan para su reutilización y reciclado. En este ámbito, la colaboración ciudadana y las infraestructuras disponibles juegan un papel muy importante.
La cantidad de las fracciones principales de los residuos, a excepción de los biorresiduos, recogidas en Aragón en el año 2017 asciende a más de 18.000 toneladas de vidrio, 22.000 toneladas de papel y cartón y 18.000 toneladas de envases ligeros. Estos flujos de residuos pueden ser sometidos a distintos tratamientos para su reciclado. En la actualidad, el vidrio es uno de los materiales que más se recicla dado que es posible reutilizar la práctica totalidad del vidrio usado para elaborar vidrio de nuevo. El reciclaje de papel y cartón conlleva una ratio papel usado/papel reciclado algo mayor, si bien este proceso lleva asociado un menor consumo de agua y energía que el de obtención de papel a partir de madera. En el caso de los envases ligeros, el proceso se reciclaje es más laborioso, dado que estos envases pueden estar formados por distintos tipos de materiales que es necesario seleccionar y separar previamente a su reciclado, normalmente en tres fracciones: metales, plásticos y bricks. El resultado del reciclado de envases ligeros son otras materias primas para la elaboración de distintos productos.
En definitiva, para lograr una gestión eficaz, son necesarias las políticas en materia de residuos y la implicación de todos los organismos competentes, incluídos los ciudadanos, así como las actividades de educación, concienciación y sensibilización ambiental sin las cuales será difícil obtener sustanciales mejoras a largo plazo. En el caso de la reutilización y reciclaje de residuos, resulta fundamental una buena separación y recogida selectiva así como las distintas tecnologías que nos ofrecen una recuperación de materiales y su uso para elaborar nuevos productos, consiguiendo así alargar el ciclo de vida de estas sustancias contribuyendo a la economía circular y la sostenibilidad en este ámbito.
Este artículo ha sido publicado también por Heraldo de Aragón