El Campus de Huesca revisa el cine alemán de los últimos años

10/03/2023

Cinco películas de distintos géneros componen este recorrido por la cinematografía de este país europeo que tendrá lugar, los lunes y los miércoles, hasta el 27 de marzo

Toubab (2020), primer largometraje de Florian Dietrich, abre las sesiones el día 13 en la Facultad de Empresa y Gestión Pública

La sede oscense de Unizar, la Asociación Aragonesa de Germanistas y Profesores de Alemán y el Goethe Institut de Madrid colaboran en esta iniciativa

La diversidad cultural, las migraciones y el racismo, el poder de las redes sociales y la manipulación de la realidad, la homofobia, la maternidad y la emancipación femenina, o los ecos de la reunificación alemana son algunos de los aspectos de la sociedad contemporánea que abordan los filmes propuestos

 

El Campus de Huesca revisa el cine alemán de los últimos años en un nuevo ciclo, que arranca este lunes, 13 de marzo. Cinco películas de distintos géneros han sido elegidas para conformar este recorrido por la cinematografía más reciente de este país europeo, que la sede oscense de Unizar viene realizando durante los últimos años en colaboración con la Asociación Aragonesa de Germanistas y Profesores de Alemán y el Goethe Institut de Madrid. La Facultad de Empresa y Gestión Pública de Huesca (plaza de la Constitución, 1) acogerá, los lunes y los miércoles, a las 19 horas, las proyecciones, que tendrá lugar en versión original con subtítulos en castellano.

Toubab (2020), primer largometraje de Florian Dietrich, que aborda aspectos de actualidad como las políticas migratorias, el racismo o la homofobia, abre el ciclo este lunes. El miércoles podrá verse el thriller distópico Hyperland (2021), de Mario Sixtus. Y en las siguientes jornadas están programadas la comedia romántica, Into the beat (2020), de Stefan Westerwelle, que nos lleva al mundo de la danza en un contexto de diversidad cultural; el documental Bilder meiner Mutter (2021), de Melanie Lischker, sobre las relaciones materno-filiales y; y Freies Land (2020), de Christian Alvart, una recreación de La isla mínima (2014), de Alberto Rodríguez, ubicada en el periodo de la reunificación alemana en el norte de este país.

Dar la posibilidad de explorar desde la capital altoaragonesa la vitalidad y diversidad del cine en alemán, que no suele prodigarse demasiado en nuestras ciudades, es el propósito de ete ciclo anual que coordina el profesor de la universidad pública aragonesa Daniel F. Hübner.

 

Cinco miradas a la sociedad contemporánea

De nuevo en esta ocasión el ciclo cuenta con una ópera prima, Toubab (2020) de Florian Dietrich. En la película este joven director presenta cuestiones complejas de gran carga dramática, como la pérdida del hogar, el racismo y la homofobia, pero también la implacable burocracia alemana, mezclando diferentes registros, entre ellos un humor próximo, a veces, al de las comedias de situación. Narra la historia de Babtou, un expresidiario de origen senegalés nacido en Alemania, que intenta evitar la deportación de una forma poco convencional. Las interpretaciones de los protagonistas fueron reconocidas con la nominación de Farba Dieng en la categoría de mejor actor en los Premios del cine alemán de 2022.

La película de Mario Sixtus, Hyperland (2021) es una apuesta relativamente novedosa en el panorama del cine alemán, ya que se atreve con un género, la ciencia ficción, apenas presente en esta cinematografía. Esta distopía nos sitúa en un futuro angustiosamente familiar para abordar un tema de plena actualidad, el poder de las redes sociales y el riesgo de exclusión social que puede derivarse de la manipulación de la realidad. Su protagonista es una joven promesa del cine alemán, la actriz afroalemana Lorna Ishema, que ese mismo año sería galardonada con el Lola de oro a la mejor actriz de reparto en los Premios del cine alemán por otra película, Ivie wie Ivie (2020).

La diversidad cultural y étnica es un elemento que se halla cada vez más presente en el reciente cine alemán, y ello sin constituir necesariamente el eje temático de las películas. Podemos comprobarlo también en la película dirigida y escrita por Stefan Westerwelle, Into the beat – Dein Herz tanzt (Into the beat  – Tu corazón baila, 2020). La obra nos presenta en clave de comedia romántica a Katya, una joven promesa del ballet que de forma casual entra en contacto con el mundo del street dance y se siente atraída por él. Su dilema a la hora de decidirse por uno de estos dos mundos se acentúa por la tensión entre los dos polos masculinos que intentan influir en su elección: su padre, un famoso bailarín, y su pareja de baile callejero, Marlon, un joven afroalemán. La película y su pareja protagonista destacan, especialmente, por las escenas de baile, en las que podemos disfrutar de uno de los principales grupos de street dance del mundo, Flying Steps.

Una temática muy diferente es la que aborda el documental que incluye el ciclo: Bilder (m)einer Mutter (Imágenes de mi/una madre, 2021), de Melanie Lischker. Esta película es, en primera instancia, el retrato de una madre ausente. La directora indaga en las razones del distanciamiento de su madre y de su incapacidad para establecer vínculos emocionales con su propia hija, que apenas guarda recuerdos de ella. La película reconstruye su figura, sobre todo, a partir del abundante material audiovisual en Súper 8 que conserva el padre, así como del diario de la madre, cuyo hallazgo es el estímulo que origina la película. Pero este ejercicio de indagación familiar trasciende el ámbito individual y alberga, también, una reflexión sobre las convenciones y dificultades a las que tuvieron que enfrentarse varias generaciones de mujeres en la historia reciente de Alemania en su aspiración de hacer realidad sus sueños, sus planes vitales. Ambos planos, el individual y el colectivo, son presentados con objetividad, pese a la implicación emocional de la directora, concediendo de esta manera al público un amplio espacio para la interpretación y valoración de esta historia en cierto modo universal de una mujer, una madre que lucha por su emancipación personal.

Un caso singular es el de Freies Land (Un país libre, 2020) de Christian Alvart, que cierra el ciclo. La película se basa en La isla mínima (2014) de Alberto Rodríguez. Pero si en ésta la investigación de la desaparición de dos chicas se desarrollaba en 1980, en los comienzos de la transición española, Freies Land ubica la historia en 1992, en una pequeña población de Mecklenburg-Vorpommern próxima a la frontera polaca, durante el periodo de la reunificación alemana, con el trasfondo de los conflictos soterrados y la falta de perspectivas con los que esta se vivió en el Este. En su inquietante thriller Christian Alvart evoca el inhóspito ambiente de las marismas sevillanas de La isla mínima situando la acción en los desabrigados bosques y lagos invernales del norte de Alemania, unos escenarios filmados con una estética nada complaciente y que constituyen un elemento clave de la atmósfera desasosegante de la película. Pero lo que, sin duda, cautiva nuestra atención y confiere profundidad dramática y sicológica a la historia es la interpretación de Felix Kramer y Trystan Pütter, los dos actores que encarnan a la clásica pareja de detectives antagónicos, en este caso formada por un antiguo policía de la Alemania comunista y su joven colega de Hamburgo, que no solo debe resolver un crimen, sino también lidiar con los controvertidos métodos y el oscuro pasado de su compañero.

Este mismo ciclo se proyectará en el Campus de Teruel en el mes de mayo.

Programa

https://campushuesca.unizar.es/aula-de-cine-ciclo-de-cine-aleman-contemporaneo