En esta iniciativa han participado también el CSIC a través del LIFTEC, la bodega Viñas del Vero y la empresa Intergia Energía Sostenible
El proyecto europeo Life+Rewind ha demostrado, después de tres años de trabajo, y la puesta en marcha de diversos prototipos en el Somontano barbastrense, la viabilidad de las explotaciones agrarias gracias a la energía renovable generada “in situ” y almacenada en forma de hidrógeno para su uso posterior. En esta iniciativa coordinada por la Universidad de Zaragoza han participado el CSIC por medio del Laboratorio de Investigación en Fluidodinámica y Tecnologías de la Combustión (LIFTEC, instituto mixto del CSIC y la UZ), la bodega de Barbastro Viñas del Vero y la ingeniería aragonesa Intergia Energía Sostenible. Life+Rewind se enmarca en el ámbito de la Acción por el Clima y cuenta con un presupuesto de 1.562.994 euros de los que la Unión Europea ha aportado 672.265.
El proyecto ha contemplado la instalación y operación de dos prototipos demostradores en la explotación de Viñas del Vero, en Barbastro, que incluyen tres campos fotovoltaicos de 44 kWp (kilovatios pico) de potencia, uno sobre el terreno, otro sobre un seguidor solar de dos ejes y el tercero sobre la lámina de la balsa en la que la se depura el agua utilizada por la bodega –este último resulta especialmente innovador.
También incorpora un sistema de producción y almacenamiento de hidrógeno, con el que se puede repostar en una pequeña hidrogenera un vehículo de pila de combustible de que transforma ese hidrógeno en electricidad tras realizar el proceso inverso y combinarlo con oxígeno. Este vehículo es también en sí mismo un prototipo de un futuro tractor de hidrógeno que anticipa cómo será la futura maquinaria agrícola que no precisará de combustibles fósiles y con el que la empresa completa los tres ciclos, el del agua, el energético y el de la movilidad sostenible. La incorporación del hidrógeno y el aprovechamiento de su capacidad para actuar como vector energético es una de las singularidades de este proyecto en el que el LIFTEC ha aprovechado su experiencia de más de 15 años en el campo de las pilas de combustible de hidrógeno.
El proyecto Life+ REWIND tiene amplias posibilidades para ser replicado en otras zonas vitivinícolas de España y Europa. La reducción de emisiones de CO2 y la reducción de los costes energéticos al optarse por el autoconsumo, abren la puerta a la consolidación de nuevas explotaciones agrarias en el medio rural y a la creación de empleo y actividad económica proponiendo alternativas limpias y tecnológicamente avanzadas a los sistemas de producción y consumo de energía centralizados que imperan hoy en día.
Resultados concluyentes
Los resultados son concluyentes: la energía renovable generada allí donde se va a consumir –evitando con ello el uso de generadores diésel y sus emisiones asociadas y haciendo innecesaria la extensión de nuevas redes de transporte eléctrico- es el camino para contar con explotaciones agrarias energéticamente independientes, sostenibles y rentables. Adicionalmente, la producción de hidrógeno para recuperar su energía en su uso posterior resuelve el principal problema de estas fuentes, que es la dificultad de predecir su disponibilidad.
Este proyecto avala la idoneidad y la viabilidad técnica, económica y medioambiental de las soluciones basadas en la generación distribuida a partir de fuentes energéticas renovables como la fotovoltaica para las explotaciones agrícolas ubicadas en el medio rural y, en particular, para las del sector vitivinícola.
La presentación del balance de este proyecto ha tenido lugar en un acto celebrado en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, con la participación de Luis Miguel García Vinuesa, vicerrector de Política Científica de la institución académica; Fernando Beltrán, secretario general técnico de la Consejería de Innovación, Investigación y Universidad del Gobierno de Aragón; José Ramón Urquijo Goitia, vicepresidente de Organización y Relaciones Internacionales del CSIC y Javier Carroquino, investigador de la universidad pública aragonesa y coordinador del proyecto REWIND.