Prensas Universitarias recupera la versión íntegra de ‘Las cartas cayeron boca abajo’, la novela oscense de Gabriel García Badell

07/06/2019

 

Olga Pueyo Dolader, autora del estudio ‘Gabriel García Badell: un escritor a cielo abierto’, es la responsable de esta edición que, por primera vez, incorpora las partes eliminadas por la censura franquista de este relato, ambientado en el cerco de la capital oscense en la Guerra Civil, que Badell escribió durante el año que residió en esta ciudad

 

 

La Feria del Libro de Huesca acoge este viernes, 7 de junio, la presentación de la versión íntegra de ‘Las cartas cayeron boca abajo’, novela ambientada en el cerco de la capital oscense en la Guerra Civil, que Gabriel García Badell escribió durante el año que residió en esta ciudad. Olga Pueyo Dolader, estudiosa de este autor y responsable de esta edición, y el profesor de Literatura y Vicerrector del Campus oscense, José Domingo Dueñas Lorente, serán los encargados de presentar esta obra, a partir de las 19:30 horas, en la plaza de Luis López Allué.

Prensas de la Universidad de Zaragoza publica en su colección Larumbe la que es la segunda edición de ‘Las cartas cayeron boca abajo’ –no había habido otra desde la de 1972 en la editorial Destino-, y la primera en la que es accesible el texto completo de esa novela, sin las mutilaciones aplicadas por la censura franquista.

‘Las cartas cayeron boca abajo’, con la que Gabriel García-Badell fue finalista del Premio Nadal por segunda vez –llegaría a serlo en cuatro ocasiones–, está ambientada en una pensión de Huesca, durante la Guerra Civil española. Sin embargo la representación histórica, aunque fue uno de los motivos por los que sufrió la censura, explica Olga Pueyo, no es lo central en esta obra, en la que domina un tono existencialista y de indagación filosófica. “La muerte y la violencia están presentes, pero todo acontece en un mundo estático, de cotidianeidad en los frentes, con personajes caricaturescos y escenas grotescas”, escribe. “La duda sobre los ideales que mueven al enfrentamiento, la responsabilidad de quienes azuzan las hostilidades y el sufrimiento como único saldo por evaluar cuestionan la moralidad de la guerra y escoran el conflicto hacia lo trascendente”. Y en este marco la novela adquiere, afirma la editora, “un claro contenido antimilitarista”.

Las referencias al conflicto bélico son uno de los aspectos que fue censurado en la obra. Y ello a pesar de la autocensura que se aplicó el autor, explica  Olga Pueyo. García-Badell, recuerda , volvería a tocar el tema de la Guerra Civil en Huesca en ‘La Zarabanda’, en 1978, en un contexto de mayor apertura, donde se aprecian con más claridad sus posiciones al respecto.

Episodios o alusiones vinculadas con el erotismo o el sexo, y referencias a la iglesia o a religión, serían otros de los aspectos que la censura eliminaría de la novela. “Hasta 23 páginas se verían recortadas por las tachaduras de los censores”, precisa la editoraque no duda en reivindicar la necesidad de recuperar los textos originales de los autores que vieron sus obras mutiladas durante la pasada dictadura.

Gabriel García-Badell, que escribió esta novela trabajando en Huesca como funcionario de lo que luego sería el del Iryda (Instituto de Reforma Y Desarrollo Agrario), incluye en su obra un amplio vocabulario aragonés –más de 300 términos-, que le sirven para caracterizar a los personajes, y que Olga Pueyo ha recogido como anexo en esta edición. El libro se completa con una amplia introducción en la que la editora se adentra en aspectos literarios, históricos y, también, lingüísticos que contextualizan la novela.

Gabriel García-Badell Lapetra, nacido en Madrid en 1936, fallecido en Canfranc en 1994, pero y muy vinculado a Aragón a lo largo de su vida, escribió una quincena de novelas, “que el canon literario ha dejado orilladas como las de muchos autores de su época”, precisa Olga Pueyo.

La investigadora zaragozana, que ha publicado recientemente la monografía ‘Gabriel García Badell: un escritor a cielo abierto’ (2018), ya había sido anteriormente editora de otro de sus relatos, ‘De Las Armas a Montemolín’ (2017).