La catedrática del Campus de Huesca Pilar Catalán anima a las estudiantes de Sabiñánigo a implicarse en la ciencia y la investigación

15/02/2018
Con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una iniciativa de las Naciones Unidas que pretende combatir la brecha de género existente en el ámbito científico y tecnológico,el pasado 12 de febrero, la catedrática de Biología del Campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza, Pilar Catalán, y responsable del grupo de investigación Bioflora, habló, ante los estudiantes del IES Biello Aragón de Sabiñanigo, sobre los “Logros de las mujeres científicas”. 
 
La intervención de la profesora de la Escuela Politécnica Superior se dividió en tres partes, mostrando en la primera de ellas los datos estadísticos de los porcentajes de representación femenina en distintos momentos de las etapas educativas y de la carrera investigadora de las mujeres en España, observándose que hay prácticamente paridad hasta el final del doctorado entre mujeres y hombres, y que el sesgo o la brecha se produce a partir de los contratos postdoctorales y en el acceso a puestos de trabajo en Universidades o en centros de investigación, dándose un 40% mujeres-60% hombres en los contratos iniciales y llegando a un 20%mujeres-80% hombres en los puestos de mayor responsabilidad y experiencia (catedráticos, profesores de investigación del CSIC). La conclusión es que esta situación se debe fundamnetalmente a dos hechos, la cuestión social, que desfavorece a la mujer, en especial cuando llega a la maternidad, y la herencia histórica, puesto que los puestos de mayor responsabilidad son el resultado de 30 años de trayectoria científica. También se mostró que la situación puede ser reversible, ya que en los últimos 20 años se ha incrementado el porcentaje de mujeres investigadores del 30% al 40%.
 
En la segunda parte Catalán habló de algunas investigadoras pioneras, premios Nobel muchas de ellas, que han marcado hitos en los avances del conocimiento. Entre ellas citó a Maria Sklodowska Curie, científica polaca nacionalizada francesa pionera en el campo de la radiactividad, que fue la primera persona en recibir dos premios Nobel en distintas especialidades —Física y Química— y la primera mujer en ocupar el puesto de profesora en la Universidad de París. En 1995 recibió sepultura con honores en el Panteón de París por méritos propios. Otras de las mencionadas fueron Nina Levy Montalcini, neuróloga que luchó contra viento y marea para convertirse en la cuarta mujer en conseguir el Premio Nobel de Medicina; Elizabeth Blackburn, bioquímica australiana, descubridora de la telomerasa, una enzima que forma los telómeros durante la duplicación del ADN, que fue Premio Nobel de Medicina en 2009; o una española de gran impacto mundial, Margarita Salas, bioquímica y discípula de Severo Ochoa, con quien trabajó en los Estados Unidos, y que posteriormente se encargó de impulsar la investigación española en el campo de la bioquímica.
 
En la tercera y última parte se habló del grupo de investigación Bioflora del Campus de Huesca y de las lineas que se desarrolla y cómo en él mismo se han integrado distintas científicas.
 
Para finalizar, en el turno de preguntas, se trató la importancia de que la sociedad reconozca el valor que pueden aportar las mujeres a la ciencia; de que es un medio muy competitivo, que obliga a dar lo mejor de cada persona y a aspirar a alcanzar niveles de excelencia; sobre la competencia y colaboración con científicos hombres y con otras mujeres. Catalán señaló  que, aunque es importante contar con apoyos (familia, amigos, colegas), "si se está segura de lo que se está haciendo hay que saber salir adelante por una misma" en este exigente ámbito.
 
También se mencionaron algunas anécdotas simpáticas que se aprecian de forma muy distinta por la sociedad dependiendo del sexo o género de la persona, como el hecho de que un botánico famoso saliese a recoger plantas al campo y se olvidase de sus hijos en el monte, y la gente lo vea como consecuencia de su pasión e interés por las plantas, pero si eso lo hubiese hecho una mujer seguramente le hubiesen tildado de mala progenitora. O de que la sociedad y la familia no entiendan que una esposa, madre o abuela pueda estar viajando continuamente para atender congresos o reuniones y, sin embargo, lo aceptan perfectamente si se trata de un hombre.  "La sociedad tienen que cambiar algunos conceptos que lastran todavía la libertad de acción que deben tener las mujeres", concluyó la profesora del Campus oscense.
 
 
La conferenciante, Pilar Catalán, obtuvo la primera cátedra de Botánica de la Universidad de Zaragoza, dirige el grupo de investigación aragonés Bioflora, y tiene una importante proyección internacional: es integrante del comité directivo del consorcio mundial de investigación sobre Brachypodium, ha sido nombrada socia de honor de la prestigiada Botanical Society of America; y ha trabajado como investigadora visitante en la Universidad Estatal de Tomsk, en Rusia, dentro del programa de contratación de investigadores extranjeros financiado por el gobierno de ese país  a través de las iniciativas estratégicas Intellectual portfolio y Generation 2020.