El ámbito rural, futuro escenario energético
Por Mariano Sanz, profesor emérito de la Universidad de Zaragoza, investigador especializado en tecnologías energéticas y ponente sobre energía en los ciclos divulgativos del Campus de Huesca
Estamos siendo sometidos por los principales medios de comunicación, e incluso por instituciones oficiales, a noticias referentes a la inmadurez tecnológica de las energías renovables, así como la de los sistemas de almacenamiento precisos para su gestión, y que para conseguirlo faltan aún varias décadas justificándose por ello la necesidad de continuar con el consumo de gas y el apoyo a otras tecnologías como la nuclear, basadas en procesos y sistemas centralizados ineficientes, contaminantes y peligrosos.
Es evidente y totalmente demostrado que, la generación de energía eléctrica descentralizada con fuentes renovables estructurada en base a micro redes locales adaptadas a la óptima disponibilidad y necesidades del entorno inmediato, nos conduce a un sistema energético que cubriría sus necesidades con aproximadamente la tercera parte de la energía que en la actualidad estamos utilizando.
¿Somos conscientes de que, en España, mediante la integración de la energía eólica y fotovoltaica captada en una superficie de una hectárea podemos obtener un mínimo de 4,5 GWh anuales de energía eléctrica?
Para hacernos una idea de esta inmensa cantidad de energía, es la que contienen aprox. 438.600 litros de gasóleo, o bien 487.541 litros de gasolina, 384.615 m3 de gas natural, o 135.135 kg de hidrógeno. Pero aún más, si la utilizamos para nuestro desplazamiento en vehículos eléctricos con baterías de intercalación de iones, dada su incomparable eficiencia, el recorrido obtenido sería del orden de seis veces superior al de los vehículos de combustión, y del orden de cuatro veces superior al de los vehículos eléctricos de hidrógeno verde, con lo que las necesidades del consumo energético actual de materias primas se verían drásticamente reducidas.
A la integración de eólica y solar foto voltaica en estas micro-redes locales descentralizadas, debe añadirse los sistemas de almacenamiento de energía con baterías de intercalación electrostática, junto con otros medios disponibles en el entorno, si fueran necesarios. Las prestaciones de dichas baterías contrariamente a lo que se está divulgando, superan en todos los aspectos a las injustificables tecnologías del hidrógeno obtenido por electrolisis para su posterior reconversión a energía eléctrica.
Para la implantación de esta estrategia energética, el ámbito más favorable es el rural, donde la disponibilidad de espacio permite la instalación de superficies dedicadas a la generación eléctrica descentralizada con eólica-fotovoltaica y almacenamiento, en instalaciones modulares ubicadas en los lugares que se consideren más adecuados desde todos los puntos de vista, el del impacto ambiental, la eficiencia y la rentabilidad.
La necesidad cada vez más acuciante de conseguir la independencia energética con sistemas y procesos naturales de alta eficiencia, libres de emisiones y sin efectos contaminantes, nos conduce a la progresiva aplicación del sistema descentralizado con renovables, requiriéndose un gran esfuerzo y apoyo institucional y empresarial. Estos sistemas sin lugar a dudas terminarán imponiéndose, sobre todo en los países más dependientes de las energías fósiles y más favorecidos por las renovables como es en nuestro caso. No perdamos una vez más las oportunidades que se nos están ofreciendo.
A lo largo de la historia de la evolución de la humanidad, las nuevas generaciones han despreciado siempre a los responsables de las decisiones adoptadas en su momento, contrarias a las evidencias científicas y tecnológicas.
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Este artículo ha sido publicado también en Heraldo de Aragón
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