El Instituto Confucio de Unizar, que tiene una de sus sedes en el Campus de Huesca, revisa las relaciones culturales entre España y China en el siglo XX a través de la figura de la interprete y traductora Marcela de Juan (1905-1981). El Museo Pedagógico de Aragón (plaza López Allué) acoge una exposición, acompañadas por diversas charlas, sobre esta mujer que hizo la poco frecuente labor de enlace entre las culturas de ambos países.
‘Marcela de Juan y la nueva China’ es el título de esta muestra, que incluye objetos, obras de arte, textos e infografías sobre Marcela de Juan y sobre la presencia de China en la España de su época, procedentes de las colecciones del Instituto Confucio y de la Biblioteca de la Universidad de Zaragoza, del Museo Pedagógico de Aragón, de la colección Pájaro Profeta y de diversas colecciones particulares. La exposición puede visitarse hasta el 28 de mayo, en la sala Palmira Plá del museo oscense los siguientes días: miércoles, jueves y viernes, de 9 a 20 horas; los sábados de 10 a 14 y de 17 a 20; y los domingos de 10 a 14.
La comisaria de la exposición, Marisa Peiró Márquez -que ya impartió una charla sobre Marcela de Juan la pasada semana en este mismo escenario- ofrecerá la conferencia ‘Nuestra imagen de China en el siglo XX de porcelanas y mantones al "humor amarillo", el próximo 19 de mayo a las 17:30 horas.
La exposición que, explican los organizadores, quiere ser un homenaje a Marcela de Juan, como “pionera de las modernas relaciones entre China y España”; cuenta en su paso por Huesca con la colaboración del Gobierno de Aragón, en el marco de su programa ‘Cultura en igualdad’.
Marcela de Juan (La Habana, 1905 - Ginebra, 1981), hija de un diplomático chino y de una dama de la alta sociedad belga, creció entre Madrid y Pekín a principios del siglo XX, una época, recuerdan “de cambios cruciales en ambos países”. Pasó quince años en esta última ciudad, donde conoció a los visitantes y personajes más relevantes de la China republicana.
Asentada en España desde 1928, realizó una serie de conferencias, artículos y libros que se convirtieron en referencia sobre la nueva China en la Península. Gracias a su dominio de los idiomas (hablaba seis lenguas), se convirtió en la más importante intérprete y traductora del chino al español y en 1954, fundó la Asociación Profesional Española de Traductores e Intérpretes. Durante sus últimos años, tradujo en la poesía de Mao y regresó en tres ocasiones a China. De esto, y de su interesante vida social, escribió sus memorias, que fueron publicadas en 1977 bajo el título ‘La China que ayer viví y la China que hoy entreví’.