María Teresa Moret y Javier Giralt presentan este miércoles, 31 de mayo, en la Feria del Libro de Huesca ‘Del cel entrò en abís. El catalán del siglo XIV en pergaminos de Roda de Isábena’, una obra que desvela aspectos de la lengua medieval y de la vida cotidiana de la época en este valle de la Ribagorza aragonesa. Los autores, integrantes ambos de la Academia Aragonesa de la Lengua, profesores los dos de Unizar, en el Campus de Huesca la primera y en el de Zaragoza el segundo, presentan un nuevo estudio sobre la documentación medieval en catalán en el Aragón oriental, tras el publicado sobre el Matarraña y en ciernes de concluir otro sobre Fraga. La Feria del Libro de Huesca (plaza López Allué) acoge, dentro de los actos organizados por la Universidad, este acto que se iniciará a las 20 horas.
Este nuevo libro estudia 46 manuscritos del siglo XIV pertenecientes al antiguo cabildo de Roda, suscritos por una docena de notarios y escribanos o por el propio prior entre 1304 y 1398.Esta colección de pergaminos, que se conserva en la catedral de Lérida, da testimonio de prestamos, transacciones, alquileres o contratos de diverso tipo, frecuentemente en relación a la posesión o el uso de la tierra, que implicaban a menudo a labradores y vecinos de la zona o al propio priorato rotense.
‘Del cel entrò en abís’, es el título elegido para este volumen, publicado por Prensas Universitarias, recogiendo una fórmula usada en estos documentos notariales que servía para señalar que el alcance de la propiedad o de los derechos sobre las parcelas iba, también en una medida vertical, “desde el cielo hasta el abismo”, incluyendo por ejemplo, los bienes existentes en el subsuelo.
Estos textos, explica Maite Moret, sirven para conocer tanto aspectos de la lengua usada en los documentos como aspectos sociales de la vida en este territorio –desde la estructura de la propiedad al proceso de empobrecimiento vivido por parte de la población pasando por algunas de las prácticas agrarias que desarrollaban-.
La lengua usada se ajusta a los convencionalismos de los textos jurídicos y notariales escritos en catalán en toda la Corona de Aragón, en cuyos territorios convivía, recuerda la profesora del campus oscense, con los redactados en aragonés o en latín, lengua esta última que era la usada principalmente en estos documentos hasta el siglo XIV. Sin embargo los textos de Roda dejan entrever rasgos propios –que en algunos casos se conservan hasta la actualidad- del habla de esta zona, especialmente rica lingüísticamente por ser área de transición hacia el aragonés –también de transición- de los valles vecinos.
‘Del cel entro en abís’ incluye la transcripción y edición crítica de los 46 manuscritos del archivo leridano procedentes de Roda -y de algunas parroquias del entorno como las de Güell o San Esteban del Mall- escritos en el siglo XIV en catalán (dejando aparte los que aparecen, en un número reducido, en aragonés, o en latín). El libro, además de revisar la historia del obispado de Roda y la de su archivo, incluye un estudio lingüístico detallado de los aspectos gráficos, fonéticos, morfológicos y léxicos de los citados manuscritos documentos y un capítulo dedicado a la onomástica que se recoge en ellos.
Esta aportación de Moret u Giralt -junto a los trabajos que han realizado sobre documentos notariales del Matarraña, actas municipales de Fraga, testamentos de la localidad turolense de Fuentespalda o sobre un proceso judicial ribagorzano-, contribuyen a conformar un corpus textual sobre el catalán medieval en Aragón, que carecía de esta herramienta, para desarrollar futuros estudios, al tiempo que, destaca el historiador Guillermo Tomás Faci en el mismo libro, ayudan a “poner en valor una parcela esencial del patrimonio idiomático de nuestra tierra”.
Los textos estudiados en ‘Del cel entrò en abís’ muestran, señala, “una scripta catalana concordante con la que se utilizaba en el principado o en Valencia y se difundió desde la Cancillería, adaptada a una cultura escrita y un medio jurídico de raigambre aragonesa, donde el vernáculo —y no el latín— era el medio de expresión habitual de los notarios, y donde los Fueros de Aragón eran el armazón jurídico que sustentaba todos los actos legales”.